Si fuera posible juntar tu sonrisa y el ruido del mar al mismo tiempo
no tendrías lugar en mi corazón, estarías presente en mi alma
que amenaza mis ganas de sentir esos pequeños instantes
únicos y alterables de tu cuerpo exhausto y cautivo.
Comencemos nuevamente con la llegada de las primeras
gotas de rocio, seamos parte del atardecer que nunca acaba,
puedo gritar, llorar y reír pero de que me sirve tantos sentimientos
si al llegar la noche solo estamos en aquel sueño inaudito
que acompaña mis últimos días de agotada impaciencia...

Me encantó!!!
ResponderEliminar